El cuento “La larga risa de todos estos años” de Rodolfo Fogwill juega con las expectativas de los lectores a través de la construcción de la voz narradora, en una maniobra que tensiona y pone en evidencia a la vez los estereotipos genéricos de la masculinidad y la femineidad, y la norma heteropatriarcal.
El texto es narrado en primera persona por una voz narradora protagonista, que relata su relación con Franca, su pareja entre los años 75 y 78. Durante toda la primera parte del relato, en la que se habla sobre estos años, hay un evidente borramiento de marcas genéricas: el narrador hace uso de formas adjetivas únicas ("nos sentíamos felices") y se nos escabulle entre los masculinos que el español acepta como neutros ("contar lo que uno pensaba") o en plurales inclusivos ("pero después nos hicimos amigos"). Además, nunca nos revela su nombre.
Es recién en la segunda parte del texto, cuando llega el año '83 y la democracia, que aparece, sorprendente, la primera marca genérica: "Yo fui la única por quien sintió algo fuerte y sincero en la vida". Y a partir de ese "destape", una proliferación de adjetivos en femenino ("estúpida", "serena", "segura", etc.).
Lo que resulta más interesante en este texto, es decir, lo que suscita más preguntas y cuestionamientos es este efecto de sorpresa que se genera en los lectorxe cuando, en realidad, la voz narradora se había bien ocupado de que no tuviéramos anclaje textual alguno para atribuirle ningún género ¿Por qué lo leemos como una especie de revelación? ¿Qué es loque nos lleva, entonces, a sorprendernos? ¿Qué sucedió en nuestra lectura para que ahora el mismo texto nos muestre que, de alguna manera, "nos quedamos cortos" ante él?
Creemos que entran en juego, como decíamos, dos cuestiones que van muy de la mano: la heteronorma y la construcción cultural de géneros. La voz que narra, a pesar de no hacer referencias explícitas a su identidad sexo-genérica, sí va delineando aspectos o rasgos de su personalidad y las actividades que realiza, especialmente en contraposición con la caracterización que realiza de Franca. En este sentido, vemos cómo - principalmente en las discusiones - quien narra ocupa el lugar de la voz de la razón, la lógica, mientras que Franca no "controla" sus emociones, llora y grita. Franca incluso acusa a quien narra de "insensible", y esa misma voz dice que en las discusiones razonaba, "calculaba", "me controlaba".
Franca cocina y limpia para ambas, mientras que quien narra trabaja (da clases en la universidad) y practica yudo - actividad en la cual se enfrenta y compite exclusivamente con varones. Se construye una sociedad fuertemente heteronormada, en la que las figuras de autoridad son exclusivamente masculinas: quienes controlan, quienes protegen, quienes enseñan, son todos varones.
También es interesante revisar el cuento a través de la ironía presente en el mismo: la referencia a la felicidad y a la risa en un contexto de violencia, tanto política como doméstica. Aproximarnos al relato desde esos momentos de contraste entre lo expresado y lo experimentado implica pensar en las características de quien narra y en los contextos en los que se encuentra: estamos frente a una figura violenta que desfila por contextos igualmente violentos pero que, a pesar de ello, es feliz. Y ríe. Sin embargo, pareciera haber un pacto de sumisión entre el/la narrador/a en determinadas situaciones Los besos mezclados con lágrimas y rímel, las tomas de kung-fu para “tranquilizar” a Franca, las marcas que quien narra deja en ese cuerpo que intenta resistir, son muestras de violencia doméstica, como ya se ha mencionado anteriormente, pero son narradas como parte de un juego en donde la pareja tendría pactadas sus reglas.
El juego se hace presente, pero también la risa. Se mezcla en dichas situaciones y allí, en ese punto de reunión, se exhibe. Al final: la calma, la comida en el restaurante del barrio, la sensación de felicidad. Ahí, una risa conclusiva, absurda, aliterada, surgida en un episodio personal pero realmente motivada por la situación del país, por su gente, por la naturalización de las cosas. Risas en el final. Risas desde el principio, en ese título: “La larga risa de estos años”. Risa larga, risa de dos décadas, ante la exigencia de tener que “blanquear”, de tener que representar ante la sociedad ser alguien que no se es; por lo irracional del amor; por los prejuicios. Risa del autor, ¡del relato mismo! frente a un lector confundido por sus propias expectativas al descubrir que “el” narrador no era un “él”, sino una “ella”.
[Texto adaptado de Carou, A.; Lluna, C.; Martin Pozzi, C. (2016). "Lecturas en tensión en la escuela: un análisis de la voz narradora en 'La larga risa de todos estos años', de Rodolfo Fogwill". IV Jornadas del Centro Interdisciplinario de Investigaciones en Género, 13, 14 y 15 de abril de 2016, Ensenada, Argentina. EN: Actas. Ensenada : Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Centro Interdisciplinario de Investigaciones en Género. En Memoria Académica. Disponible en: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.9948/ev.9948.pdf]
* Consigna para la semana:
1) Rastreen en el texto los indicios que te llevan a pensar que la voz narrativa es femenina o masculina.
2) ¿Cómo es el personaje que narra el relato? ¿Cómo se relaciona con las mujeres? ¿Cómo las nombra, además de llamarlas Claudia y Franca?
Dueño de una inteligencia sagaz,y de una lengua filosa,polemico, provocador,gran fumador, lector obsesivo y entusiasta.
ResponderBorrarRODOLFO FOGWILL
FOGWILL cuenta en pensamiento abstracto,una época muy dolorosa y nefasta,para los Argentinos.
Muestra que en esa época, que muchos,no sabían que estaba pasando y otros miraban para otro lado.
Narrador, protagonista y testigo,forma parte del cuento,en primera persona.Lo narrativo con mucho ,con mucho suspendo,se entre lanza, sentimientos, pensamiento, situaciones, confundas, detalla, relaciones amorosas a veces sucias,malisiosas.
Cómo expresó, Emiliano " Sordidas", bastante neuroticas, depresión, sensibilidad, emocional .
Dora San Miguel
ResponderBorrardorajosefina1943@gmail.com
Creo que no hay demasiado para agregar de lo comentado en el zoom y lo escrito en el texto anterior de " lecturas en tensión en la escuela". Yo supuse que era hombre el personaje, a pesar que en ningún momento hace referencia al gènero, porque habla de que Franca era la que hacia las tareas domèsticas, que "el narrador" se quedaba en la casa escribiendo, que la "tranquilizaba",que hacía pràcticas de yudo. Ahi hay un pequeño indicio, del género del narrador, al hablar del peso que tenía y de sus contrincantes, pero no va más allá.
ResponderBorrarY en cuanto a la relación es sumamente violenta, aunque aparente gran aceptación y "acá no pasa nada, está todo bien". Es una mujer que no se hace cargo de su parte, es la otra la que provoca.
Pese a que el tema es muy fuerte desde varios lugares, me gustó el relato y ese recurso de la sorpresa
1-Indicios que llevan a pensar que la voz narrativa es femenina.
ResponderBorrar"¿Qué sabrán qué es una mujer? Yo sí lo sé
Cuando lleva a la subcomisario a la casa
" Miraba mí kimono, la miraba a ella, cómo averiguando"
Por el peso, pesaba 60 Kg y no encontraba con quién luchar.
2- La relación del personaje con sus parejas es violenta. Las nombra diciendo ella o nena.
3- El personaje narrativo es alcohólico, fumador, violento.Da clases en la Universidad y practica yudo.Protector, enseñante, controlador, apático, poco demostrativo de sentimientos, fuerte, distante de las tareas domésticas. Ríe a pesar del contexto violento
Estás características habitualmente y socialmente se le atribuyen al varón , es por eso que al principio se confunde el sexo del narrador.
Perdón olvidé poner mí nombre del comentario dede arriba .Soy Fabiana.
ResponderBorrarTeresa Nuñez
ResponderBorrarUna historia de narrador en primera persona protagonista. El personaje principal persona simple humilde en una relación con una mujer que vive y trabaja en una época muy difícil para el país, cosa que a ellos no los afecta. Ella además amante de los caballos . En la mitad del relato deja entrever su género y su buena relación con Franca. Después ella lo abandona y ella intenta modificar su estilo de vida, dedicándose a su disciplina deportiva qué es lo que más disfruta, pero no consigue buenos resultados. Nuevas relaciones personales, qué no resultan como la qué tenía con Franca. Resignado a esta nueva vida termina el relato.